Toma un lápiz y un papel y haz una lista (de mayor a menor) con todas las cosas que deseas obtener, sin importar cuán grandes parezcan. Si necesitas una vivienda no escribas: "una casita, aunque sea pequeña"; pídela tal y como te convenga. El poder del que estamos hablando no conoce las limitaciones. Una vez que logres entender esto, se habrán acabado tus problemas para siempre.
San Mateo, el discípulo de Jesucristo, anunció dos mil años atrás cual era el mecanismo para obtener lo que se desea: Pide y se te dará; busca y encontrarás; golpea y se te abrirá. Procede entonces, de la siguiente manera:
1) Lee tu petición al despertarte y antes de acostarte a dormir.
2) Agradece la ayuda recibida anticipadamente e imagínate a menudo disfrutando de lo que pediste.
3) No prejuzgues la manera en que tus deseos llegarán a tomar forma. Si pediste una casa, no te preocupes tratando de imaginar si el dinero te llegará por la lotería, una herencia, etc. Los medio pueden ser infinitos y tu debes dejarlos en "Manos de Quien Corresponde".
4) No comentes con otros que estás realizando estos ejercicios.
5) Repasa tu lista con frecuencia para tachar los objetivos cumplidos.
6) Los resultados de este ejercicio son además alentadores, hasta el punto que sólo sigas las indicaciones y lo pruebes por ti mismo.
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